Marcar el norte y ejercer el poder

Satisfacer estas necesidades daría al gobierno el respaldo necesario para llevar adelante un verdadero proceso de transformación, viable solo a largo plazo

Un año le ha tomado al gobierno poner la casa en orden. Pero pese a que es un logro encomiable, pasa inadvertido ante la asfixiante ola de violencia que soporta Ecuador. Y si bien sanear las finanzas fiscales era una tarea ineludible e impostergable por la calamitosa situación en que el régimen recibió al país, no es menos urgente detener la acción del crimen organizado y la delincuencia común, así como lograr la reconfiguración del sistema de salud para volverlo eficiente y libre de corrupción. Si estos temas fueron postergados, hoy deben ser abordados por el primer mandatario y su gabinete con la misma firmeza y decisión con que se quiere promover la reactivación y la generación de empleo, pues inciden determinantemente en la calidad de vida de la población. Satisfacer estas necesidades daría al gobierno el respaldo necesario para llevar adelante un verdadero proceso de transformación, viable solo a largo plazo. El combate efectivo a la inseguridad y la optimización de la atención médica en marcha, acompañados de una comunicación clara y permanente del rumbo que seguirá el país, volvería más llevadero el fuerte ajuste impositivo y los ecuatorianos apoyarían cualquier esfuerzo futuro.

La ciudadanía tiene que percibir que hay un gobierno que marca el norte y que ejerce el poder.