La inocultable huella

Lento es el paso de la justicia local, pero la acción legal extranjera investiga, descubre y actúa

Luego de una década de asalto a los fondos públicos, comportamiento corroborado por la acción de la administración de justicia ecuatoriana y, sobre todo, por la emprendida en los Estados Unidos de América, representantes de quienes prometieron una revolución ciudadana, que tuvo trágicas consecuencias para el normal desarrollo de la vida nacional, tratan ahora de aparecer como perseguidos políticos, negando cualquier tipo de vinculación con la corrupción y el caos reinante.

En el país se intensificaron las operaciones de organizaciones que fueron calificadas de 'beligerantes', omitiendo sus acciones terroristas; se ignoró la ubicación de campamentos en el territorio ecuatoriano, facilitando incluso la realización de congresos de orden subversivo de diverso origen. El avance fue silencioso pero contundente. A la par, se dieron prácticas dolosas en todos los ámbitos, se pactaron sobreprecios en la obra pública, se desvanecieron glosas millonarias y se recibieron coimas contra entrega de contratos a empresas que se mantuvieron trabajando pese a numerosas denuncias de irregularidades.

Lento es el paso de la justicia local, pero la acción legal extranjera expedita, que investiga, descubre y actúa, va evidenciando todo.