Tomar la iniciativa

"Donde hay aparente comodidad y pasividad para tomar iniciativas es necesario adoptar las posturas y acciones que sean consecuentes con el sentido de urgencia que la situación reclama"

Hay corrientes de alta tensión subterránea en el país, el tipo de tensión que busca pescar a río revuelto. La fatídica herencia económica recibida del gobierno anterior y el ‘shock’ de la pandemia han creado las circunstancias para agitar a los extremistas conspiradores natos contra toda iniciativa que signifique progreso en libertad; para que emerjan los oportunistas que viven de engañar a la gente con triquiñuelas financieras; o para azuzar el crecimiento de la violencia y la inseguridad.

Son también llamados de atención que alertan al gobernante y a su equipo ministerial para crear las defensas que permitan mantener la paz social. Donde hay aparente comodidad para tomar iniciativas es necesario adoptar las posturas y conjugarlas con acciones que sean consecuentes con el sentido de urgencia que la situación reclama. Está bien crear las circunstancias de diálogo, pero hay que hacerlo sobre las propuestas por las que los ecuatorianos votaron, con iniciativas que deben ser articuladas hacia la sociedad civil, más allá de los actores políticos inmediatos.

El arte de lo posible en la política, no debemos olvidar, no solo nace de consensos sino de la fuerza con la que se evidencia el liderazgo.