¡Impunidad por defecto!

…la “impunidad por defecto” deriva como consecuencia de las maniobras utilizadas para ampliar, revisar, apelar y erosionar la acción de la justicia por fuerza de la fatiga procesal y la acción de magistrados ímprobos’.

Paradójicamente, es la justicia americana el mayor aliado de los ecuatorianos. La corrupción de Odebrecht, los contratos fraudulentos en Petroecuador, la delincuencia organizada en Seguros Sucre y el robo de los fondos de Isspol salieron a la luz y han sido juzgados y sentenciados en cortes extranjeras. Por contraste, la centena y más de irregularidades denunciadas en los dos últimos gobiernos, incluyendo los casos de los radares chinos, los Pativideos, Cofiec y el derrumbe moral de la Contraloría, cayeron en una suerte de túnel del tiempo, condenados al olvido.

La rendición de cuentas debe ser un proceso permanente. No es aceptable la “impunidad por defecto” que deriva como consecuencia de las maniobras utilizadas para ampliar, revisar, apelar y erosionar la acción de la justicia por fuerza de la fatiga procesal y la acción de magistrados ímprobos. La conducta de las autoridades e instituciones debe ajustarse al manejo ético de los dineros de los contribuyentes evitando, por ejemplo, malgastar recursos en pintar paredes o en realzar la imagen de tal o cual autoridad o institución. Por su parte, le corresponde a la Fiscalía redoblar esfuerzos para defender el interés de los ecuatorianos.