Editoriales

Ni estando intervenida

"Decenas de miles de afectados por los cobros excesivos en la luz. Cobros no solo excesivos, sino calculados sin una lógica matemática real. Y todo, en un ente que desde hace meses está intervenida"

Una casa, un consumo de luz, un medidor, un cobro. Es una cuestión numérica. Sin cabida a interpretaciones o matices. Pero aún así es un foco de insatisfacción constante para los guayaquileños. Facturas infladas pero también inventadas. Bueno, oficialmente, las llaman “estimadas”. Pero ninguna lógica internacional avalaría un precepto legal que habilita a un ente que mordisquea mensualmente los ingresos de los ciudadanos a que haga cobros al tanteo. Ni con pandemia ni en guerra. A lo sumo, que se suspendan los cobros y después, ya se pondrán al día.

Pero no todo siempre funciona con lógica ni con seguridad jurídica. Ni siquiera cuando el ente en cuestión, cuestionado de forma recurrente, está además intervenido. Rizando el rizo. Un ente público con una misión prácticamente matemática supervisado por una empresa tercera para que haga bien las cosas y encuentra la forma para seguir generando problemas y, con ello, afectaciones a los bolsillos de -atención- decenas de miles de personas. Sin sonrojo. En la última rueda de prensa todavía reconocen que ni ellos mismos se explican cómo se realizaron los cálculos de las facturas. Ni ellos ni sus interventores ni nadie.