Editorial | La vacuna de la pauta

Quienes quieran someterse a esa extorsión están en su derecho de entrar en ese juego

El trabajo de los medios de comunicación se sustenta en gran parte con el pago de la publicidad, sea esta de empresas u organizaciones privadas y de instituciones públicas. Esto no es una novedad. Lo que sí está tomando cuerpo cada vez más y con fuerza es la utilización de la pauta gubernamental para someter la línea editorial de algunos medios de comunicación a los caprichos del anunciante, con dinero de los contribuyentes. Eso tiene un nombre: extorsión. Y es conocido ahora coloquialmente como vacuna.

Así es como las autoridades compran el silencio de algunos medios de comunicación que alinean sus micrófonos y antenas a los intereses del poder político, con el mayor descaro. Las autoridades al parecer no terminan de entender que los recursos que administran son de los contribuyentes, no de ellos, ni para sus intereses políticos.

Quienes quieran someterse a esa extorsión están en su derecho de entrar en ese juego, aunque con el gravísimo costo de perder el activo más preciado que tiene un medio de comunicación: su credibilidad. EXPRESO no ha caído ni caerá, pese a los varios intentos, en el chantaje de nadie. Es la línea que seguirá porque entiende la importancia de esta gratificante labor de investigar y escribir con independencia.