Editorial | Recuperar soberanía

La soberanía no se recupera con discursos, sino con planificación, acción coordinada e inversión social sostenida

La recuperación de territorios controlados por el crimen organizado en Durán, Playas, Quevedo y otras múltiples ciudades del país exige algo más que operativos aislados: requiere una estrategia integral y sostenida, liderada desde el Gobierno central pero ejecutada con la fuerza de una alianza institucional. El punto de partida debe ser la creación de un comando unificado que articule permanentemente a la Policía y a las Fuerzas Armadas, y que trabaje conjuntamente con la Fiscalía.

Si el país quiere reeditar lo que pasó en Colombia, que no sean los hechos violentos que desangraron al país vecino, sino con la integración de los cuerpos de seguridad que desarticulen a los grupos criminales y la guerrilla. A esta primera línea de acción debe sumarme la recuperación del territorio mediante presencia estatal real y sostenida. Esto implica, en paralelo con la acción armada, reabrir espacios en zonas tomadas por el crimen. Los municipios deben liderar esta fase, en estrecha coordinación con los ministerios del ramo. El Gobierno debe convocar a los alcaldes y prefectos a una mesa nacional de recuperación territorial, donde se construya una hoja de ruta conjunta y se compartan responsabilidades y recursos. Sin ese trabajo coordinado entre el poder central y los gobiernos locales, se seguirán perdiendo espacios ante estructuras criminales que sí trabajan en bloque.