Editorial | La justicia, en jaque

Nadie del Gobierno argumenta por qué trastoca intencionalmente la renovación de la Judicatura

El manejo de la justicia es un juego de ajedrez. Fichas que se mueven, otras que salen, y estrategias de por medio con el único objetivo de llegar al ansiado manejo de los tribunales. Si alguien tenía un pizca de duda sobre la intención del Ejecutivo de garantizarse una mayoría en el próximo Consejo de la Judicatura al retrasar el envío de su terna, lo que sucedió en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social el pasado miércoles es la confirmación de la gran sospecha. Ni se diga la irregular movida de la actual Asamblea Nacional al bajarse la terna aprobada por su antecesora.

Las viejas prácticas de la vieja política, en su más grande expresión.

La justificación, algo velada, porque nadie del Gobierno argumenta por qué trastoca intencionalmente la renovación de la Judicatura, se puede hallar en esta pelea abierta en contra de estos malos servidores judiciales (que sí existen y muchos) que liberan a delincuentes con medidas sustitutivas a la prisión preventiva, lo cual les permiten seguir delinquiendo y riéndose en la cara de los policías que los detuvieron. Es frustrante, no cabe la menor duda. Pero, hasta que no exista una justificación realmente convincente para hacer lo que hacen, esto será otro juego de ajedrez de la política, queriendo meterle la mano al justicia.