Editorial | Juego limpio electoral

El CNE permite en este canal de comunicación toda clase de infracciones, dejándolas sin sanción.

La batalla por ganar la mayoría de votos en las próximas elecciones debe darse con un mínimo sentido ético y de responsabilidad pues está en juego el futuro del país.

La inteligencia artificial puede ser utilizada de tal modo que incluso ‘pone en boca’ de los candidatos frases que nunca han pronunciado, con el fin de asustar al ciudadano y llevarlo a desistir de votar por quien ya se había decidido. Noticias falsas circulan estratégicamente, por ejemplo en los buses de transporte público, donde se asegura que un candidato apenas se posesione decretará la reducción del salario básico, respaldándolo con videos trucados. Las fuerzas políticas que recurren a este rumor atemorizante buscan aprovecharse de la ingenuidad del pueblo que desconoce que aquello sería una regresión de derechos y que es inejecutable por ir en contra de lo que establece la ley. Se juega así cada vez más tramposamente en la política ecuatoriana, sin que la autoridad que debe controlar la lid electoral ejerza su función en forma adecuada. Amparándose en que no puede imponer sanciones a lo que se difunde en redes sociales porque están fuera del ámbito de la ley electoral, permite en este canal de comunicación toda clase de infracciones, dejándolas sin sanción.

Ecuador merece un juego limpio electoral para que quien llegue a la Presidencia de la República lo haga legítimamente, sin engaños ni artificios maliciosos.