Editorial: Acciones para rescatar el turismo en Guayaquil
Dos acciones son indispensables: La creación de corredores seguros y dar mantenimiento al equipamiento urbano
El turismo que aún sobrevive en Guayaquil se ha visto muy afectado por los últimos hechos de inseguridad registrados, principalmente las explosiones de bombas en La Bahía o el sicariato en Puerto Santa Ana. Pero también por el abandono y deterioro que se observa en otros sitios de interés, como la isla Santay o el malecón del Salado.
Dos acciones son indispensables. La primera es la creación de corredores seguros donde la presencia de la fuerza pública no solo genere percepción de seguridad, sino que despliegue una estrategia que garantice la integridad de las personas. Para ello se requiere la acción coordinada de la Policía, la Gobernación del Guayas y la Alcaldía de Guayaquil. La segunda es un esfuerzo y obligación que le corresponde al Municipio de la ciudad, institución que debe dar mantenimiento urgente al equipamiento urbano e infraestructura pública, a fin de que lugares con alto potencial turístico sean renovados y se conviertan en puntos de visita obligada, como el antiguo local del Mercado Norte, las iglesias del casco central y los museos; y replicar estas medidas en diversos sectores de la urbe, como Guayarte, Urdesa, el Centro Cívico, el Barrio Centenario y los parques de mayor tamaño, donde debe programarse una agenda cultural y artística que mes a mes ofrezca entretenimiento y relajación con seguridad. La empresa privada podría participar en este rescate.