Editorial: Es ahora o nunca

La corrupción carcome las instituciones y sin instituciones confiables, el dinero de los contribuyentes peligra en esas manos

La corrupción no es normal. Lo que develan los chats del caso Metástasis es una normalización de la corrupción a gran escala y sin ningún pudor. Varios son los involucrados, los mencionados y los salpicados en estas conversaciones. Ya será la justicia la que determine el grado de involucramiento y sanciones para quienes deba hacerlo. Como sociedad, no se puede permitir que estas revelaciones pasen inadvertidas y mucho menos normalizar este tipo de hechos.

La laxitud con la que los ciudadanos pueden abordar el caso Metástasis abruma. Hay que enfocarse en lo realmente importante: la corrupción a gran escala coludida con el narcotráfico que permeó en lo más profundo de la Función Judicial y, posiblemente, en otros frentes. Lo que originó esa filtración es lo que el Estado en conjunto con la sociedad civil debe atacar.

Tantas veces se ha hablado de acuerdos nacionales para empujar al Ecuador. Este debe ser uno de esos, que mueva a todo el país. Que sacuda las fibras más sensibles de las familias. Entender que la corrupción carcome las instituciones, y sin instituciones confiables con funcionarios públicos probos, el dinero de los contribuyentes peligra en esas manos. La corrupción es jugar con el futuro del país y de las próximas generaciones. Si no se entiende ahora, no se entenderá nunca.