Dilatar, un desincentivo a la inversión

La dilación y la inesperada suspensión del diálogo para renovar contratos con telefónicas, desvela la falta de eficacia para manejar tiempos...

Este Gobierno está a menos de cinco meses de cesar sus funciones y ‘a casa’ se irá con la promesa incumplida de atraer mayor inversión foránea para el país. Ya a estas alturas es mínimo lo que puede hacer, pero en ese margen al menos debería preocuparse por conservar y consolidar la operación extranjera que ya existe. La dilación y la inesperada suspensión del diálogo para renovar millonarios contratos con dos grandes telefónicas, desvela la falta de eficacia que ha habido para manejar los tiempos, que ya vencen desde agosto, y llevar una negociación justa a buen puerto.

En un país que este año ha alcanzado cifras ínfimas de inversión, igualándose a los niveles de hace siete años, no podemos darnos el lujo de dar cabida a demoras que recaen en detrimento de una mala imagen de Ecuador y su mercado, desmotivando así el arribo de mayor competencia que asegure una mejora en la cobertura y la calidad del servicio de conectividad que tanto requieren los ciudadanos. Es tarea de este Gobierno, o del que le suceda, inyectar mayor prolijidad y celeridad a esta negociación hoy estancada, no solo viendo esto como la vía para sostener un presupuesto fiscal, sino pensando en los beneficios que debe haber entre las partes: en cómo se motiva a las telefónicas a seguir operando en el país, bajo la consigna de entregar mejores servicios al consumidor final.