La responsabilidad de que haya miles de vehículos circulando en el país, sin falta de mantenimiento y sin revisión técnica vehicular, propensos a provocar accidentes de tránsito, como los registrados en los últimos días, es de los propietarios de los automotores y de las agencias de tránsito de los municipios y de la Comisión de Tránsito del Ecuador, que permiten sus operaciones.

Existe un total descontrol en las carreteras y en las calles porque el soborno y el mirar hacia otro lado, como si esa fuera la principal función de conductores y agentes de tránsito, se han convertido en algo rutinario.

No se respetan las normas de tránsito ni tampoco los tiempos de revisión de los vehículos, porque siempre hay alguien que conoce a alguna persona que puede hacer posible pasar la revisión vehicular semestral o anual sin una verificación real del estado del automotor, entrando así a una espiral de corrupción que sigue creciendo.

No ha existido hasta ahora autoridad nacional ni local, que haya logrado acabar con el problema y frenar el índice de muertes por accidentes de tránsito en el país. Los gobiernos locales y la ANT deben construir centros de revisión tecnificados, que saquen de circulación a los vehículos que son un peligro andando.