Delincuencia desbocada

"La inseguridad no permite promocionar el turismo, ni el normal desenvolvimiento de negocios y restaurantes"

Bicicletas sustraídas de estacionamientos privados o a plena luz del día en el ingreso a un parque de Quito, y disparos en un asalto en los exteriores de un mall. Un comerciante agredido salvajemente por cinco individuos en el centro de Guayaquil, también durante el día, y una matiné que termina por un tiroteo que dio muerte a niños y a dos adultos con antecedentes penales. Las calles de Durán convertidas en escenario de enfrentamiento entre bandas delictivas que replican la rivalidad que mantienen en las cárceles. Y Samborondón reportando robos de carros y hasta un caso de muerte por sicariato. Es el panorama que se está volviendo cotidiano en todo el país y que agudiza la difícil situación que se enfrenta por la pandemia.

El Gobierno Nacional y los alcaldes no pueden bajar la guardia ni dar la espalda a este repunte delincuencial. La inseguridad no permite promocionar el turismo, ni el normal desenvolvimiento de negocios y restaurantes. La afluencia de público, ya mermada por el temor al contagio de COVID, se ve todavía más disminuida ante la posibilidad de ser víctima del hampa. Frenar el microtráfico y el incremento de robos y asaltos cada vez más frecuentes y violentos es prioritario. Las autoridades deben actuar con premura, e incluso con una reforma legal.