A cuidar las carreteras

El cuidado de las ciudades y de las vías que las unen no solo es tarea de la policía sino de los militares y de los gobiernos

Que se haya disparado a militares en Esmeraldas, en pleno cumplimiento de sus funciones y en un estado de excepción es condenable y muestra a las autoridades nacionales y locales que no basta con un diagnóstico de la situación y de la ejecución de un plan de más policías y militares en los patrullajes.

De nada sirven más uniformados en las calles si estos no tienen el debido equipamiento ni la necesaria preparación, si a la par no se hace lo requerido para atender a la población con planes integrales de desarrollo que mejoren sus condiciones de vida y su entorno, el cual hoy es de miseria y de falta de protección estatal.

Independientemente del triunfo del NO en la consulta popular de febrero, las fuerzas militares pueden seguir apoyando a la Policía en la protección ciudadana y eso incluye la vigilancia de las carreteras, en las cuales es deficiente la presencia de la fuerza pública, y por ello los transportes de carga y de pasajeros son constantes blancos de la delincuencia.

La inmediata atención de la comunidad y la urgente recuperación de los espacios públicos es vital para mejorar los índices de  seguridad del país, especialmente en las provincias de Esmeraldas, Guayas y Manabí, en las cuales han aumentado la tasa de criminalidad y delincuencia, común y organizada.