Una Corte en sintonía

De la Corte Constitucional, uno de los pocos reductos de la moral en el servicio público, se espera la aplicación estricta de la ley

La Corte Constitucional tiene entre sus competencias resolver la constitucionalidad o no de los decretos - ley en materia económica urgente que firme el presidente en una etapa excepcional como la que atraviesa el país. Se espera que lo haga dentro de los 30 días que tuviera una Asamblea Nacional en funciones, pero la Corte maneja sus propios plazos.

  Tras la muerte cruzada, el país pisó el acelerador a fondo. Hay que recuperar el tiempo perdido por un Ejecutivo sin norte, y un Legislativo que durante dos años se dedicó a conspirar. Y se espera de los nueve magistrados la misma sintonía frente a esta realidad. Eso se lo logra actuando con sensatez y celeridad en la resolución de los decretos leyes, sin descuidar la calidad de sus fallos y mucho menos convirtiéndose en un nuevo obstáculo para un presidente saliente que busca zurcir los retazos en seis meses y entregarle algo decente a su sucesor.

De la Corte Constitucional, uno de los pocos -si no es el único- reductos de la moral en el servicio público, se espera la aplicación estricta de la ley y del buen criterio que la caracteriza, sin trabas a la labor del Ejecutivo cuando se trate de cuerpos legales que apunten directamente al bienestar de todos los ciudadanos sin que estos afecten a sus derechos. El tiempo es corto.