Editoriales

Corrupción y precios de medicamentos

Al sufrimiento causado por la pandemia se suma, ante la inercia del Ministerio de Salud y del IESS, el abuso en el precio de los medicamentos’.

Pareciera que la dedicación a la pandemia ha descuidado otras patologías y el control de la calidad y precio de los insumos indispensables en la preservación de la salud y la prevención o el tratamiento de otras enfermedades. Se suma entonces, al drama de la falta de atención hospitalaria decente y oportuna, el del costo de los medicamentos que, salvo contadas excepciones y por cortas temporadas, son provistos por el sistema público de salud, determinando que el paciente deba adquirirlos por su cuenta al precio que a quien los expende se le ocurra fijar.

Lo grave es que igual sucede cuando la adquisición la realiza la institución hospitalaria pública de que se trate: casi siempre hay sobreprecio y cada institución lo hace a un precio diferente. Es absurdo e intolerable que se permita que ello suceda. Los mecanismos del avance tecnológico existentes a la fecha, permiten contar con la información que, salvo la voluntad de enriquecimiento de los funcionarios a cargo, facilita conocer los precios internacionales de cualquier medicamento y la posibilidad de su adquisición directa, sin intermediaciones, o a precios adecuados y sin abuso de los distribuidores.

El Ministerio de Salud y el IESS no pueden permanecer sin cumplir sus obligaciones al respecto y actuar en consecuencia, en defensa de los ciudadanos.