Basta de campañas ‘light’
Un candidato tibio no puede tener cabida en un proceso electoral y mucho menos un candidato silencioso
Es una elección del próximo presidente de Ecuador o ¿un concurso de belleza? Los candidatos presidenciales eluden la confrontación, entendida como la respetuosa contraposición de ideas y el abordaje de temas polémicos. Así, parece que los ecuatorianos irán a las urnas para escoger al próximo filántropo del país y no a un presidente.
El debate es sano, siempre que se lo haga con altura, con respeto y con propuestas y posturas claras. Sin ambages, sin medias tintas y sin caer en contradicciones. Pero los candidatos tienen que confrontar. Solo así los votantes sabrán su forma de pensar en determinados temas y podrán contrastarla con la de otros aspirantes. Evadir pronunciarse o tomar una posición sobre la realidad no hace que esta desaparezca. Y cuando tengan que afrontarla seguramente no sabrán qué hacer.
Un candidato tibio no puede tener cabida en un proceso electoral y mucho menos un candidato silencioso. Todos están en la obligación de responder y tomar una postura frente a cualquier tema, por más espinoso que sea. Si no están dispuesto a confrontar y a contestar, que no se candidaticen. Que se queden en la comodidad de sus casas haciendo videos de TikTok y dejen que otros, con un mayor criterio y carácter, participen en su lugar.