Se avala todo
Las fuerzas políticas recurren a la publicidad, el show y hasta el arrope, aunque ello acarree contradicciones, a veces hasta ideológicas, o implique refrendar gestiones y la ejecución de obras cuestionadas...’.
En la carrera por lograr (o conservar) la Alcaldía de Guayaquil, los partidos políticos y sus líderes optan por implementar cualquier estrategia que, en función de las estadísticas y las tendencias vigentes, logre influir efectivamente en la decisión de los votantes. Las fuerzas políticas recurren a la publicidad, el show y hasta el arrope, aunque ello acarree contradicciones, a veces hasta ideológicas, o implique refrendar gestiones y la ejecución de obras cuestionadas por falta de transparencia, por no ser prioritarias o porque pudieron realizarse más eficientemente con los recursos de los contribuyentes.
Si se respalda una candidatura, se avala todo lo llevado a cabo por ese postulante a cargo público en su trayectoria previa, y en el caso de una reelección, toda la obra realizada durante el periodo en curso. Si el resultado de esa administración ha significado el deterioro de la calidad de vida de la comunidad, descuido y desmejoramiento de la infraestructura y espacios públicos, desatención de necesidades básicas e incluso el descontento de un gran porcentaje de la población, y aún así recibe un respaldo frontal y total, debe haber demasiados intereses en juego y no se cuenta con otras opciones para librar la contienda con la talla que se requiere.