Aniversario de nada

El país, los policías y los contribuyentes que repondrán con sus impuestos lo robado merecen una respuesta más contundente

Con tanta ligereza se pierden 800 millones de dólares del fondo de pensiones de la policía como se cumple un año de la revelación de la trama Isspol sin mayores logros. La seguridad social policial ha recuperado algunos millones de los acreedores que, hasta por pérdida, han preferido pagar por emisiones sin respaldo con tal de no figurar en el entramado fraguado durante años a vista y paciencia de todo ente de control creado.

No saltaron las alarmas internas por las operaciones bursátiles, ni por la custodia de los papeles, ni por las transacciones bancarias para mover el dinero, ni por los problemas societarios ni por nada. Es el aniversario de una trama sin mayores consecuencias para sus creadores. La diligencia con la que se han movido los entes de control cuando el sujeto a escanear es de la primera fila de la política habría sido idónea para un caso que, si se recuperase todo lo desviado, se notaría -es por exagerar- hasta en el PIB ecuatoriano. Casi 800 millones desviados no es un monto como para quedar al final o en el medio de una lista de prioridades a investigar y procesar. El país, los policías y los contribuyentes que repondrán con sus impuestos lo robado merecen una respuesta más contundente.