Agricultores desatendidos

El país requiere con urgencia que se ponga en marcha un plan integral de desarrollo agrícola y una política de asistencia económica’.

El sector agrícola ecuatoriano está sufriendo su propia pandemia por la ausencia de políticas estatales claras y la inasistencia en situaciones de emergencia, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria y las exportaciones. Mientras otros gobiernos de la región, como Chile, Perú y Colombia, han definido claramente los apoyos económicos y las medidas de protección de los impactos de la pandemia de COVID-19 y de las enfermedades fitosanitarias para ese sector productivo, Ecuador poco ha hecho en este sentido. El campo sigue esperando la concreción de los ofrecimientos, hechos por décadas, que lo mantienen postrado en el subdesarrollo. La producción agraria demanda transporte, adquisición de semillas e insumos, contratación de mano de obra, fijación de precios, liquidez y créditos a tasas preferenciales, pero también automatización y asistencia técnica para, en unos casos evitar el ingreso de enfermedades como el fusarium Raza4, y en otros combatir las plagas ya existentes, como el Moko, que está enfermando al banano y al plátano. ¿Qué se espera para actuar en pro del campesinado? El país requiere con urgencia que se ponga en marcha un plan integral de desarrollo agrícola y una política de asistencia económica que permita mejorar la economía del campesino y, por ende, del Ecuador entero.