La limitada infraestructura de las unidades de salud del IESS fue la causa por la cual los afiliados al Seguro Social empezaron a ser derivados a clínicas y hospitales privados para su atención. Debido a esta prestación externa de servicios, dichos centros de atención médica comenzaron a recibir un gran flujo de pacientes, la mayoría afectados por enfermedades crónicas, catastróficas y terminales, lo que se tradujo en una evidente reactivación económica y en muchos casos en un crecimiento notorio. Tan significativos y determinantes parecen haber sido los beneficios resultantes de dicha derivación, que pese a los atrasos en los pagos del IESS a sus proveedores externos de servicios, estos han sobrevivido y hasta prosperado. Aquello tendría que ser razón más que suficiente para que los afiliados al IESS sean tratados como príncipes en el sector privado de prestaciones de salud, sin embargo no es así y en varios de estos establecimientos son maltratados o considerados como de segunda categoría. Ante esta inadmisible discriminación, EXPRESO se ratifica en su ya declarada cruzada por la defensa de los afiliados al IESS. Con esa finalidad dará inicio a una campaña para recordarles a clínicas y hospitales privados que se deben a los afiliados del Seguro Social, pues gracias a ellos generan buena parte de los recursos que sostienen su actividad, y por lo tanto merecen recibir un tratamiento óptimo.