Xavier Flores Aguirre | Las parroquias urbanas de Guayaquil

La división actual ya no sirve para la planificación del territorio
El año 1889 el Concejo Municipal de Guayaquil aprobó la división administrativa de la ciudad en cinco parroquias urbanas: Carbo, Bolívar, Rocafuerte, Olmedo y Ayacucho, ordenadas de norte a sur. El límite norte de la parroquia Carbo era Las Peñas, mientras que el límite sur de la parroquia Ayacucho era donde terminara la trama urbana de la ciudad, que por aquel entonces era alrededor de la calle Portete.
De acuerdo con los estudios de Michael Hamerly, hacia 1890 Guayaquil había superado a Quito en población y se había convertido en la ciudad con el mayor número de habitantes del Ecuador (convirtiendo al Ecuador en una anomalía latinoamericana, donde su capital no es la ciudad más poblada). Se calcula que la habitaban alrededor de 45.000 personas.
En esta división administrativa de 1889, las parroquias de Guayaquil se dividieron por calles que las atravesaban de este a oeste. Carbo limitaba con Bolívar en la calle Bolívar (hoy, Junín); Bolívar limitaba con Rocafuerte en la calle Aguirre; Rocafuerte limitaba con Olmedo en la calle Colón; Olmedo limitaba con Ayacucho en la calle Ayacucho, y Ayacucho limitaba con el avance constante de la ciudad hacia el sur. En 1930, esta expansión hacia el Sur motivó la creación por el Concejo Municipal de una nueva parroquia, Ximena, segregada de la parroquia Ayacucho. Hacia 1930, Guayaquil tenía alrededor de 120.000 habitantes.
Guayaquil continuó su expansión incesante. Para acompasar este crecimiento, en 1955, el Concejo Municipal de Guayaquil aprobó una nueva división en parroquias porque, como se dejó constancia en un considerando de la Ordenanza de creación de esta nueva división territorial, la división en seis parroquias “no se corresponde con el aumento de población que ha experimentado la ciudad desde que tal división fue creada”.
Hacia 1955, Guayaquil tendría alrededor de unos 400.000 habitantes.
En otro considerando de la Ordenanza se justificaba la creación de ocho nuevas parroquias (Roca, Tarqui, Nueve de Octubre, Sucre, Urdaneta, Febres-Cordero, Letamendi, García Moreno) y la nueva división del territorio de la ciudad “para facilitar el ejercicio de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos y para la mejor administración de los intereses municipales”. Es decir, el propósito era utilizar la división territorial para la planificación de la ciudad.
Han pasado 70 años desde la aprobación de esta Ordenanza y Guayaquil siguió su incesante crecimiento (en 1991 sumó como parroquia urbana a Pascuales, la que desde 1893 era parroquia rural). Actualmente continúa siendo la ciudad más poblada del Ecuador y según el censo del 2022, ese año la habitábamos 2’746.403 personas. Hoy debemos ser algunas decenas de miles más.
En estos 70 años, las parroquias situadas en la periferia de Guayaquil, esto es, Ximena, Febres-Cordero y Tarqui, y desde 1991 Pascuales, crecieron de forma excesiva en contraste a las parroquias centrales. Por ejemplo, Tarqui tiene más de 1’000.000 de habitantes, Rocafuerte tiene menos de 10.000. La división actual ya no sirve para la planificación del territorio.
Por disposición legal, una nueva (necesaria) división de las parroquias urbanas de Guayaquil solo podrá hacerse el año 2033.