La educación local y desinterés de élites

Las élites tienen crasa ignorancia sobre lo que propone la Unesco en enseñanza-aprendizaje
El título nos libera de preguntar sobre el interés de las élites guayaquileñas en la educación. La indiferencia está en lo sociopolítico, empresarial, sindical, colegios de profesionales, alcaldías, concejalías, UNE, FEUE, FESE y universidades. No les importa la situación de la educación local (en todos los niveles). El correato cerró normales y quitó a las facultades de Ciencias de la Educación la formación de docentes. No hay una buena revista de educación (a ningún nivel) que enseñe y oriente a los profesores. La crisis es general.
Ninguna élite muestra interés sobre los deficientes resultados en las pruebas PISA-D. La UNE solo se interesa por más ingresos. Las cámaras de la producción, la Casa de la Cultura, los intelectuales y los colegios de profesionales, universidades, etc. guardan silencio. Pero la educación es un aspecto estratégico para el desarrollo local. Los candidatos a alcaldes y concejales solo dicen que no es competencia de ellos. Todos olvidan que el desarrollo y progreso local dependen de una buena educación a todo nivel.
Las élites tienen crasa ignorancia sobre lo que propone la Unesco en enseñanza-aprendizaje. Así sobrevive la miseria educativa local y continúa hundida y deteriorada cada día más. La educación es tan necesaria e importante para mejorar ciudadanía, democracia, economía, cultura y la calidad de vida de la sociedad.
No hay eventos para elaborar una propuesta unitaria local. Sus élites continúan en cómodo y cómplice silencio. ¿Por qué pasa esto? Porque esos sectores viven en sus guetos, desenfocados y sin interés sobre el contexto social. Sociedad y ciudadanía deambulan como huérfanos en desierto nocturno, sin brújula ni guía. La COVID y la educación virtual agravaron esto. Así naufragan 875.665 estudiantes (2022-2023), 35.305 docentes, 1.247 instituciones educativas y 15 universidades (4 públicas y 11 privadas). Si esto sigue, ¿qué hace y le espera a Guayaquil?
Que los empresarios contribuyan a la educación pública como objetivo estratégico local. Es hora de su mecenazgo en el reparto de textos escolares y reparación de escuelas de los barrios pobres. Es tiempo de que demuestren que no los mueve solo el frenesí por la acumulación dineraria, sino también que se interesan por la sociedad y destino de Guayaquil.