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El agujero negro: los representantes

Avatar del Willington Paredes

Los gerentes de partidos y organizaciones políticas no tienen una respuesta ni propuesta para el Ecuador de hoy

Hace décadas el Ecuador sufre una grave, creciente y profunda crisis de representación en las actitudes y acciones de lo que dicen-hacen varios políticos elegidos por voto popular. Pues no representan ni en sus decisiones ni en sus acciones lo que quieren y necesitan los ciudadanos, ni lo que requiere el país. Esta es una situación grave que deteriora más la débil democracia ecuatoriana. No encuentra ni tendrá solución en el contexto de esas actuaciones electoreras, oportunistas, mafiosas, etc.

Los gerentes de partidos y organizaciones políticas no tienen una respuesta ni propuesta para el Ecuador de hoy. Solo buscan ser elegidos representantes del pueblo para sacar adelante sus intereses sectarios, sus bolsillos y apetitos personales. No tienen al Ecuador como divisa, horizonte y porvenir. Sin embargo, dicen ser sus representantes. Pero ignoran, desconocen y maltratan la representación política de la ciudadanía electora.

El mejor ejemplo: las payasadas, ridiculeces y mediocridad de los asambleístas. Lo más grave: ignoran el sentido y contenido de lo que es “ser representantes”. ¿Qué hace y determina que esta fractura y agujero negro entre sociedad, ciudadanía y esos mediocres políticos se dé? Muchos proponen múltiples cosas en tiempos electorales y cuando son elegidos asaltan y se apropian de los fondos públicos. Así se enriquecen y satisfacen sus bastardos apetitos y ambiciones monetarias para beneficio propio.

Esto es producto de varios hechos y factores: 1) La mediocridad intelectual, política y perfil ideológico y psicosocial que tienen los diferentes candidatos que proponen los partidos. 2) La progresiva invasión de actitudes y acciones populistas que no calan ni responden a las necesidades populares ni a los graves problemas que tiene la sociedad. 3) La presencia–incidencia de un marketing político bárbaro, atroz y dañino. 4) El creciente deterioro del factor ciudadano, cada vez es más pobre. 5) La fe ciega que tienen a cualquier mequetrefe que propone cosas y el ciudadano las cree. Cada año hay más creyentes de mentiras que ciudadanos críticos. 6) El accionar de grupos delincuenciales, mafiosos, cleptómanos y populistas en esos partidos. Esto seguirá mientras la ciudadanía no se posicione en su función de tal.