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Un presente diamante valioso en pandemia

Avatar del Willington Paredes

"El agro hizo la magia: produjo 7.268 millones de dólares, 23,3 % superior al 2019"

Un diamante olvidado cabalga en Ecuador: la realidad inmensa, rica y fabulosa del agro. Olvidado por el Estado, políticos y urbanocentristas. Sin embargo es la fuente de la seguridad alimentaria y la proveedora permanente de divisas. En especial cuando el petróleo cae y la COVID-19 arrecia fuerte y arrasa con todo. No tiene pie de barro sino memoria de pasado, presente y futuro. Es la naturaleza humanizada, trabajada y contaminada que nos alimenta ancestralmente. Pocos saben y comprenden qué es el campo, la ruralidad y todo lo que en ella los colectivos humanos producen y recrean. Esas tierras y trabajo productivo crean bienes y riquezas que políticos, Estado y burocracia, no entienden. En el festín electoral siempre aparecen salvadores mesiánicos pero amnésicos luego.

Históricamente sus agentes económicos, en ese rústico campo siempre abandonado, sin salud, educación ni caminos, sobreviven produciendo. Ahí vive la agroeconomía mercantil de exportación, la mediana economía de ciclo corto y un enjambre de economías familiares. Distintas regionalmente. Hace tres siglos en el litoral están los montuvios, hombres curtidos por el sol, que entre el baile de la puerca raspada, el amorfino y su vida anfibia, despliegan una actividad insólita, maravillosa y fantástica para muchos, pero humilde y sencilla para sacrificados agricultores. Ellos producen: banano, café, cacao, etc. Alimentan las arcas fiscales. Producen para el mercado interno y externo. También está la mediana economía montuvia que provee arroz, maíz, fruta, verde, etc., para consumidores urbanos. En la sierra están: flores, brócoli, espárragos, etc., de exportación, y legumbres, granos y leguminosas que llegan para nuestra mesa. En la Amazonía hay una diversidad de actividades agrícolas para autoconsumo y comercio interregional.

En medio de la pandemia nunca faltó el alimento en las mesas de los urbanos ni las divisas para el Estado y empresarios. El agro hizo la magia: produjo 7.268 millones de dólares, 23,3 % superior al 2019. El abandono no terminará por la práctica urbanocéntrica de burócratas y políticos. El grito de la ruralidad con su voz inmensa dice :¡Atiéndannos, valemos mucho más que ustedes! Ese clamor y reclamo salen del campo y encara a los candidatos.