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La verdad ya no importa

Avatar del Rubén Montoya

Mentir ha sido una de las armas preferidas de los hombres del poder. Su cinismo y audacia han hecho el resto...’.

El anuncio sorpresivo de que Donald Trump volverá a correr por la presidencia en EE.UU. me recuerda que vivimos tiempos en que la verdad está de retirada. Importan más los dogmas que los datos.

No es nuevo en política, por supuesto. Mentir ha sido una de las armas preferidas de los hombres del poder. Su cinismo y audacia han hecho el resto. Solo que ahora es la principal. Trump, los Kirchner (marido y viuda, que en eso eran igualitos), Jair Bolsonaro, Daniel Ortega… son ejemplos de que falsear los datos o simplemente mentir sobre ellos importa poco. Derecha e izquierda son igualitas a la hora de perseguir, mentir, robar. Ellos saben que sus partidarios les creerán porque lo único que necesitan es la fe en el dogma, la mirada perdida en el ‘sagrado’ objetivo que alienta su fanatismo de cuarta. Ellos verán una refinería donde hay un terreno vacío y leerán un SÍ donde la ley dice claramente NO.

Trump acaba de dar un acabado ejemplo de lo que afirmo. Su discurso está lleno de mentiras, algunas de ellas tan groseras que da vergüenza repetirlas. Pero Trump sabe que él es un culto…

El peor presidente en gestionar la pandemia por haberla menospreciado, hoy se enorgullece de haber sido quien la controló. Increíble, pero cierto, cuando su país tiene el mayor índice mundial de muertos si se compara infectados con fallecidos. Que la frontera sur es la más segura que hay, cuando es todo lo contrario: creció hasta en un 23 % el flujo de ‘mojados’ y en un 50 % el tráfico por allí con niños...

Y así miente con la economía, los impuestos, o la grandeza de un país que él dividió como nadie. Trump es el único presidente que no ha reconocido la victoria de su oponente y que tuvo el empacho de robarse documentos de alto secreto que son de la Casa Blanca.

Puede volver y sería un desastre para la democracia en el mundo. Por suerte, esta vez sus mismos compañeros republicanos se la pondrán difícil pues muchos piensan que su hora ya pasó. Pero veremos. Él es un genio de la comunicación en tiempos en que las noticias falsas valen más que las reales y crecen los legionarios que piensan que la verdad solo es un adorno.