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San Pablo es el apóstol 13

"Pablo abrió las puertas de la esperanza para pobres y oprimidos que con fe en Jesús como Mesías (el salvador) lograrían el cielo"

Saulo de Tarso (de Cilicia, Turquía actual). Judío. Hablaba griego, latín, hebreo y arameo. Abogado, orador, profesor, predicaba y traducía al griego. Guerrero. Combatió y persiguió con ferocidad a los seguidores de Jesús. Participó en la ejecución de San Esteban, el primer mártir de la iglesia víctima de lapidación judicial de Roma. Camino a Damasco (3 años después de muerto Jesús) una visión lo transformó. Una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó: Saulo ¿por qué me persigues?”. “¿Quién eres tú?, preguntó. Y la voz le respondió: “Yo soy Jesús, el que tú persigues”.

Tres días quedó ciego. Recobró la vista cuando un discípulo de Jesús lo bautizó. Dejó de ser fariseo. Conoció a Pedro y con Santiago introdujeron el pensamiento de Jesús. Impactado: “¿Señor, ¿qué quieres que yo haga?”. “Anda a Damasco”. Fue de los primeros en denominarse “consagrado” (de Kristos en griego). Conoció a Pedro y con Santiago introducen el pensamiento de Jesús. Para Saulo, Jesús era “el Mesías” (el ungido), que triunfó sobre la muerte y salvaría a los que creyesen en él.

Pablo abrió las puertas de la esperanza para pobres y oprimidos que con fe en Jesús como Mesías (el salvador) lograrían el cielo. Escribió las encíclicas (más de la mitad del Nuevo Testamento). San Pablo es el apóstol 13. Resalta las ideas de Jesús de la sociedad abierta, libre y próspera con fe y confianza en el hombre libre, en su inteligencia, su responsabilidad y libertad, contraria a la idea de la sociedad cerrada, pastoril, autoritaria, vertical, sobre la cual se monta la primera Piedra (Pedro el Pescador). “La paz, la cooperación social, la justicia, el derecho, el Estado, la propiedad privada y el mercado libre, son el antídoto contra la tiranía y el poder total”. “El valor es necesario para defender la libertad y abandonar nuestros prejuicios. La libertad significa riesgo y responsabilidad. La libertad se gana por quienes tienen el valor de tomarla; la libertad se pierde por quienes se abstienen de practicarla”. Benedicto XVI dijo: Pablo nos invita a ser cada vez más sensibles, a estar más atentos a la presencia del Espíritu en nosotros y a aprender a transformarla en oración.