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Nelson Serrano Sáenz

Avatar del Rómulo López

Un veredicto favorable lo sacará del corredor de la muerte, pero lo condenarán a cadena perpetua. Serrano no acepta esa pena

Janeth Hinostroza (Teleamazonas) recordó al Ing. agrónomo quiteño Nelson Serrano Sáenz, condenado a muerte en EE. UU. Está en una celda de la Union Correctional Institution de Riaford (Florida). Tiene 82 años. Jubilado. Va al patio 2 veces por semana. Con múltiples violaciones. Está sordo y sin dientes. Padece la enfermedad de Ménière. La Corte Nacional de Justicia de EE. UU. (2016) cuestionó la sentencia de Florida por violar la Sexta Enmienda de su Constitución (garante de un jurado imparcial). La Fiscalía de Bartow interceptó sus teléfonos y allanó su casa. No encontró indicios en su contra. Los asesinatos se produjeron en Florida, pero ese día Serrano estaba en Atlanta. Él retornó a Ecuador. Se reencontró con su familia. Recuperó sus negocios. Víctor Hugo Olmedo Cabrera, intendente Pichincha, ordenó su arresto, pese a su doble nacionalidad: ecuatoriana y estadounidense. Deportado en un día. No extraditado. La “prueba de culpabilidad” fue un ‘ticket’ de parqueo con media huella en una bodega inundada. La Policía de Ecuador y 2 fiscales estadounidenses lo sacaron ilegalmente, juzgado y sentenciado, sin pruebas, a 4 penas de muerte. Fueron 2 policías vestidos de civil con chalecos antibalas, 14 agentes armados con ametralladoras y cerraron las calles. Miguel Jurado Fabara, fiscal Provincial de Pichincha formuló cargos contra Olmedo Cabrera. Deportado ilegalmente. Se violó la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, el Convenio sobre Extradición de Montevideo y el Tratado de Extradición de Ecuador y EE. UU. La CIDH ratificó que “fue un secuestro”. Planteó que se cumpla el derecho a la integridad y libertad personal, al debido proceso y la protección judicial a la nacionalidad y a la circulación. El jurado lo declaró culpable y recomendó la pena de muerte (2006). La jueza Susan Roberts (26/06/2007) lo condenó por inyección letal. Un veredicto favorable lo sacará del corredor de la muerte, pero lo condenarán a cadena perpetua. Serrano no acepta esa pena. Quiere un juicio justo. Casado con María del Carmen Pólit (quiteña) y sus hijos Francisco, Cristina y Michelle piden ir a la Corte de La Haya.