El IESS es un desastre

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Con Correa el IESS perdió más de US$ 9.200 millones, entre 2015 y 2018. No pagó el 40 % obligatorio. Fue caja chica de Alianza País.

Con Correa el IESS perdió más de US$ 9.200 millones, entre 2015 y 2018. No pagó el 40 % obligatorio. Fue caja chica de Alianza País. El estudio actuarial del Fondo de Riesgos de Trabajo y el del Fondo de Salud requieren otra evaluación de una consultora externa.

Contrataron por US$ 310.000 a Vélez & Vélez Enterprise Risk Management S.A. para que inspeccione los documentos desde el 20 de junio. En 160 días, esta empresa debió “analizar, revisar y aprobar” los estudios actuariales y revisar el informe actuarial del “Seguro de Desempleo” creado por Correa sin financiamiento. Igual con el seguro social campesino.

También sin financiamiento, sin sustento técnico, Moreno aprobó un incremento en el pago a sus beneficiarios. En el de Vejez y Riesgos del Trabajo, el informe actuarial proyecta escenarios hasta 2058. Ahí se sabrá si el fondo es sostenible en el tiempo. Al Fondo de Vejez, no se le garantiza estabilidad en el corto plazo. Los informes de Salud, Seguro Social Campesino y Seguro de Desempleo, en cambio, analizados hasta 2038 no tienen certeza en los próximos 20 años.

En ambos gobiernos han realizado “estudios actuariales” pero con datos inflados y proyecciones falsas. Los hospitales son un caos. En el de los Ceibos, Guayaquil (inaugurado en marzo 2017), sus bienes muebles no tienen identificación ni seguro que respalde y garantice tamaña inversión pública. En medicinas, la Contraloría General del Estado confirma que no se han hecho constataciones físicas de los medicamentos. Y hasta traspasaron fármacos sin registro de una entidad a otra. El IESS tiene deudas hasta 2025 y pese a contar con los recursos, Richard Espinosa contrajo compromisos con bancos alemanes que se terminarán de pagar en 2025.

La Contraloría General del Estado determinó que estas deudas fueron innecesarias, generando gastos inútiles por más de US$ 8 millones, con el pago de intereses. El “sistema de reparto” y sus “cálculos actuariales” han fracasado. Más gastan en “estudios y honorarios “que en medicinas. El IESS es un desastre.