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¿Pacificación o apología del delito?

Avatar del Roberto Passailaigue

Por arte de birlibirloque, antes de ser conocido el informe por el Pleno, el asambleísta Villavicencio retiró su denuncia en aras de la democracia y reconciliación nacional, como si con ello se subsanaba la ilegalidad.

De la manera más absurda y aberrante, contraviniendo principios universales del derecho y de nuestra normatividad legal, un grupo de 99 asambleístas, cuyos nombres pasarán a las páginas del oprobio en la historia nacional, aprobaron el informe de la Comisión de Garantías Constitucionales presidida por Fernando Cabascango, presentado sin firmas autógrafas, según la denuncia de Fernando Villavicencio, las cuales se agregaron después de fenecido el término, invalidando el documento. Por arte de birlibirloque, antes de ser conocido el informe por el Pleno, el asambleísta Villavicencio retiró su denuncia en aras de la democracia y reconciliación nacional, como si con ello se subsanaba la ilegalidad.

El informe de amnistía evidenció la estulticia de los integrantes de la Comisión, escrito con errores de conceptos y sesgo ideológico para justificar lo injustificable, cambiando hechos y desnaturalizando delitos con base en una supuesta cosmovisión indígena que los excluiría de la justicia ordinaria, elevando casi a la categoría de héroes a los vándalos, sediciosos y terroristas, así como a delincuentes comunes que, mezclados con tontos útiles incitados por agitadores políticos profesionales, acompañaban a pocos dirigentes en las revueltas.

Para conceder la amnistía mezclaron a los de la protesta social “pacífica” con los que incendiaron la Contraloría, asaltaron y quemaron ambulancias y un canal de televisión; secuestraron y agredieron a policías, militares y periodistas; intentaron asesinar a un periodista; ultrajaron física y sexualmente a tres mujeres policías; paralizaron pozos petroleros que son área estratégica de seguridad nacional, así como las plantas de agua potable de varias ciudades; cerraron caminos, derramaron tanqueros de leche y bloquearon el agro; reventaron llantas de transporte pesado y livianos, paralizaron la producción nacional, asaltaron comercios, almacenes y supermercados.

Esta resolución de amnistía no servirá para pacificar nada y se convierte en una verdadera apología para delinquir quedando en la impunidad. Recuerden, vendrán por más.