Roberto López Moreno | Resolviendo los miedos

Así la Constituyente de Daniel, destruye la de Correa, pero construye el Nuevo Ecuador
Si el miedo a la desestabilización que produce una Constituyente es la razón para no hacerla... nos estamos graduando de tontos. La Constituyente es indispensable para arreglar el país, porque una nueva Constitución no se hace con reformas/parche que cambian cuatro cosas y nos dejan 200 problemas sin resolver. Tonces, como el presi hace sus reglas electorales, la primera debería ser: 1. “El primer día de su instalación, la AC someterá a la aprobación de sus integrantes, el cambio de su denominación a ‘Convención Constitucional’, con el único cometido de redactar la Constitución, lo que excluye el ejercicio de plenos poderes. Se limitará durante el tiempo que duren sus deliberaciones, a sus labores de redacción de las normas constitucionales, con exclusión de cualquier otra tarea. No se arrogará las atribuciones de los poderes del Estado, ni podrá sustituir a quienes se hallen en ejercicio de ellos”. Listo.
Como no se puede mantener al país en la zozobra por dos años, como hizo Correa, hay que buscar cómo eliminar una votación para acortar los tiempos, eligiendo 60 constituyentes de entre todos los ecuatorianos [cholos, indios, montubios, negros y mestizos] en cada una de las 24 provincias, pero recurriendo a la Constitución. Así: 2. La Asamblea selecciona [sinónimo de elegir, según la RAE] a los asambleístas de entre las ternas [arts. 120.3, 208.4, etc.] enviadas por el presidente y esta fórmula hace ‘constitucional’ la elección. Listo.
3. La clásica pero inevitable pugna entre Congreso y Constituyente se resuelve instalando esta en el salón del Senado de la AN. Así hay una Constituyente que coordina sus tareas con la Asamblea; y, 4. Presidida además, por quien tiene la mayor legitimidad para hacerlo: el más votado, que alterna la presidencia entre dos organismos que sesionan a 20 metros de distancia. Para eso hay vicepresidentes.
Como ven, la disyuntiva no es jurídica. Es entre la oposición irracional y el ejercicio de pensar, creando cuatro simples reglas para resolver los miedos.
Así la Constituyente de Daniel, destruye la de Correa, pero construye el Nuevo Ecuador.
‘Next week’ seguimos.