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Roberto López Moreno: Dictadura constitucional

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Loewenstein enseña que donde el poder no está limitado se excede. He aquí la prueba.

La acertada visión de Noboa unió al país en una causa común, considerando además, que quienes combaten el terrorismo -o sea, las FF. AA.- debían tener la seguridad de que si no caen en la batalla librada en las calles, tampoco perderán la vida en una celda a manos de una gavilla de delincuentes. Para eso envió una pregunta que impide ir a prisión a los miembros de las FF. AA. que actúan en los operativos.

La Corte la negó. Es que Correa le quitó el poder de gobierno al presidente -que ahora solo administra- y lo transfirió al poder Judicial ejercido por la CC; lo cual destruye el sistema de gobierno ‘presidencial’, haciéndolo ‘judicial’ . ¿Era necesario darle tal poder a una Corte o esta fue la forma de mantener el control desde un celular en Bélgica?

LFC, Durán Ballén y Alarcón gobernaron sin pedirle permiso a nadie. Hicieron sus consultas sin arrastrarse ante ningún tribunal que ‘dictamine’ nada. Y dado que el sistema presidencial es un sistema de separación -pero también de coordinación- de poderes (Stahmen, 1975), hubieran podido resolver cualquier problema diciendo a su dirección jurídica: “A ver chicos, vayan a la Corte y coordinen las preguntas” y lo resolvían. Hoy eso es imposible, pues lo que destruye el sistema de gobierno es el omnímodo poder de la CC para IMPEDIR una decisión presidencial. Y no es necesario. Podrían sentarse a trabajar juntos si antepusieran el país a su ego. Es posible coordinar el trabajo entre ambas funciones cuando uno deja de sentirse la quintaesencia de la juridicidad. Gracias a las insólitas ‘interpretaciones’ de la CC -entre otras- Glas y Salcedo salieron libres por un ‘habeas corpus’ que -según la Constitución- es concedido por una corte provincial y no por un juez. Y que el país deba aumentar el IVA, mientras por otro lado pierde $ 1.300 millones anuales por la consulta del Yasuní, es un monumento a la irresponsabilidad.

Loewenstein enseña que donde el poder no está limitado se excede. He aquí la prueba.

¿No ha llegado el momento de terminar esta dictadura constitucional de la Corte y volver al Tribunal Constitucional de antes?

Hay que hacer una nueva Constitución.