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¿Y si Eva hubiera abortado?

Avatar del Roberto López

Como bien explica Yuval Harari, no hay mucha diferencia entre nosotros y los simios. Bueno, se le pasó una: el hombre es el único primate que mata a sus crías.

Ahora privilegiamos el hedonismo sobre la vida. El fugaz instante de una relación sexual, es “ponderado” por la CC como prevalente sobre la vida de un niño. Esto destruye la proporcionalidad exigida por el artículo 3.2 de ley Logjcc, pues es ridículo sostener que la expectativa de 80 años de vida que tiene una criatura en gestación, sea “proporcional” a media horita de placer. La sentencia es entonces ilegal.

La ley también exige que “en caso de duda, se interpretará en el sentido que más favorezca a la plena vigencia de los derechos reconocidos en la Constitución”, (art. 3, inc 1). Y el derecho de los niños está reconocido sobre los de todos nosotros, pues al referirse a ellos la Constitución ordena que: “se atenderá al principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas” (art. 44 CRE). La cosa estaba zanjada de antemano. Las demandas ni siquiera debieron ser admitidas al trámite por la Corte, lo cual hace inconstitucional la sentencia.

También lo es porque la CC interpreta los arts. 149 y 150 del Código Orgánico Integral Penal. No puede, pues las leyes orgánicas son coto vedado a la interpretación de la Corte: “La expedición, reforma, derogación e interpretación …de las leyes orgánicas requerirán mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea Nacional”. (art. 133.4 CRE). Entiendo que no tengan la buena costumbre de leer la Constitución en la Corte. Pero la interpretación de la ley orgánica no le compete a ella, sino a la Asamblea. Claro, allí tampoco se han enterado. No saben que -por la separación de poderes- la Corte no puede ordenarles nada. Pero que no sepan que son ellos quienes interpretan las leyes orgánicas y agachen la cabeza ante la Corte, tramitando la ley que en sentencia les ordenó hacer, francamente da pena. ¡Han iniciado un trámite inconstitucional señores! ¡Qué vergüenza!

Solo piensen… ¿y si Eva hubiera abortado? ¿O si su madre lo hubiera hecho?