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Hoy, la interpelación presidencial

Avatar del RAFAEL OYARTE

Serán días de alta tensión. ¿Cuál será el comportamiento de Lasso en la Asamblea?

Hoy, a las 10h00, el presidente de la República debe comparecer a la Asamblea Nacional a ser interpelado. Dos asambleístas deberán sostener la acusación y el jefe del Estado ejercerá su defensa, con las correspondientes réplica y dúplica, y el posterior debate en el que pueden intervenir todos los asambleístas, con lo que concluirá la sesión. Deberán pasar cinco días para que se convoque a sesión en la que, mocionada la censura, se tome votación, requiriéndose 92 votos para censurar y destituirlo.

Se llegó a esta situación por su casi exclusiva responsabilidad. La composición de fuerzas en la Asamblea se conoció antes de la segunda vuelta presidencial. Así, decidió romper con sus aliados e irse con una izquierda que nada tenía que ver con las propuestas de campaña (esas que incumplió desde el inicio). Su absoluto desconocimiento del sistema lo llevó a exabruptos como el de que podía gobernar sin Asamblea o a decir que arreglaba el país en cien minutos. Luego de diez años de campaña nos salió con la sorpresa de que ni gabinete tenía. La delincuencia rampante es el síntoma de un gobierno irresoluto. El descalabro en una consulta popular, que incluía preguntas “de gran aceptación”, demostró su casi nula aprobación ciudadana. Pese a ello no ha rectificado. Ni qué decir de su habilidad de hacer los peores nombramientos posibles y su carácter indeciso que hace que, desde hace tiempo, se especule con una “muerte cruzada”. Si lo hace, será su definitiva derrota política.

Serán días de alta tensión. ¿Cuál será el comportamiento de Lasso en la Asamblea? Que tenga la altura de Dahik en el juicio político que se le incoó en 1995 es una quimera: él llegó censurado previamente y sin el apoyo del presidente Durán-Ballén, pese a lo cual se puso por encima de sus muy hábiles y experimentados interpelantes, saliendo avante. Ojalá que, al menos, no llegue a hacer el papel de víctima o a pretender confundir responsabilidad política con responsabilidad penal, porque los acusadores también podrían confundirla con la responsabilidad administrativa en la que el delegante (Lasso) responde por las actuaciones del delegado (Luque).

¿Los 96 votos para reelegir al presidente Saquicela en su cargo, superando los 88 votos para continuar el juicio, dicen algo?