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Elecciones sin partidos

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¿Son capaces los presidenciables de decirnos cuál será su gabinete?

En agosto acudiremos a unas precipitadas elecciones presidenciales y parlamentarias y, como ha ocurrido ya hace harto tiempo, lo haremos sin partidos políticos por lo que, en mucho, nos someteremos, otra vez, a un acertijo electoral no solo dado por la proliferación de candidatos a la presidencia, sino por el desconocimiento de los aspirantes a la Legislatura.

Los partidos políticos deberían ser la expresión de posiciones ideológicas que, de llegar al poder, serán puestas en práctica en la toma de decisiones fundamentales. Las organizaciones políticas actuales, en una aplastante mayoría, no pasan de ser maquinarias electorales que, al tener el monopolio para la presentación de candidaturas, en algunos eventos, los convierten en instrumentos de alquiler que sus propietarios ponen a disposición de quienes, sin haber formado parte de una, los necesitan para cumplir sus aspiraciones.

Como se dice que ya no hay izquierda ni derecha, los candidatos, todos ‘centristas’, pueden hacer preciosos discursos acomodados a lo que el oído del cándido elector quiere escuchar, ocultando lo que, en realidad, harán en el poder. Eso, siempre y cuando el candidato tenga alguna pálida idea de la situación nacional y de las condiciones imperantes. Si eso se traslada a una elección parlamentaria, qué puede esperar el ciudadano sobre organizaciones con nombre de yogur que no expresan ninguna ideología, porque una cosa es tener unas listas que digan partido comunista conservador, liberal o demócrata cristiano, que otros que se llaman alianza, avanza, suma, podemos, creo: basta tomar un diccionario y ver una palabra cualquiera y unos colores atractivos para, luego, ponerle cualquier relleno, con candidatos escogidos no por su inexistente trayectoria en el movimiento, sino por ser alguien más o menos conocido o algún financista. Luego vendrá la queja: es la peor asamblea/congreso de la historia.

¿Son capaces los presidenciables de decirnos cuál será su gabinete? Al menos que digan quiénes serán sus ministros de gobierno, defensa, relaciones exteriores y economía para saber, en algo, por dónde transitarán. No lo harán porque no quieren que lo sepamos o, lo que es peor, porque no lo tienen. Lea Sin partidos no hay paraíso, obra de don Carlos Solines Coronel, y sabrá el gran daño que a la democracia le hace la carencia de estas organizaciones.