Priscilla Falconi Avellán | La base chica y la cuenta grande

Recaudar mejor no es recaudar de los mismos, es cobrarle a más con reglas claras y cargas administrativas razonables
Ayer un empresario me sugirió escribir sobre lo enredado y caro que es ser formal en Ecuador, a propósito del Proyecto de Ley para el Control de Flujos Irregulares de Capitales.
Como formalizarse es difícil, muchos operan ‘con la cédula’ y el Estado termina cobrando más a menos. Según el INEC (05/ 2025), los formales son 44, 2 %. ¿Es correcto pedir otro esfuerzo a los mismos sin ampliar la base?
Los frentes del proyecto elevan la carga de cumplimiento. (1) Tributario. 12 % a dividendos con retención el día de la decisión de reparto (así se pague después); y pago a cuenta anual si al 31 de julio quedan utilidades acumuladas sin repartir. En la práctica hay que tener caja al decidir; si se acumulan utilidades, repartir una parte o provisionar (o endeudarse). Simplifica dividendos, pero puede tensar la liquidez de quienes reinvierten. (2) UAFE. Los sujetos obligados enviarán datos “en tiempo real”; habrá más pedidos de soportes. Sin proporcionalidad, estas exigencias pegan igual a grandes y pequeños. (3) Sociedad civil. Se supervisará fundaciones y corporaciones con exigencias de integridad y transparencia. Ordena, pero encarece el cumplimiento en organizaciones pequeñas si no hay gradualidad.
Formalizarse cuesta tiempo y dinero. RUC, factura electrónica y declaraciones. Si hay local, patente y permisos. Si es compañía, contabilidad, estados financieros y contribución a la Superintendencia de Compañías, además del IVA, IR 1,5 % (por mil) sobre activos, aportes al IESS y 15 % de utilidades a empleados. Desde enero de 2026 las facturas deberán transmitirse en tiempo real al SRI; útil para control, costoso sin herramientas.
El equilibrio es la proporcionalidad. Recaudar mejor no es recaudar de los mismos, es cobrarle a más con reglas claras y cargas administrativas razonables. La formalidad debe ser la opción obvia: procesos simples, alivios tributarios y laborales iniciales e interoperabilidad entre entidades para evitar duplicidades. Foco en grandes evasores, no en quien recién sale de la informalidad. Formalizar no debe ser castigo, sino impulso para crecer.
Financiemos el sistema sin asfixiar a quienes ya cumplen.