La vacuna

"La vacuna estará a disposición de todos, pero el ser gratuita y voluntaria, limita gran parte de la controversia sobre ella"
Reino Unido inició la semana pasada su proceso masivo de vacunación. Ya unos meses antes se había iniciado un debate sobre la vacuna contra la COVID-19, enfrentando a sus objetores frente a aquellos que ven en esta decisión sanitaria el único camino para resolver una crisis sin precedentes que azota a la humanidad.
Los que cuestionan la vacuna plantean argumentos tan radicales como que la vacuna será aprovechada para implantar microchips en las personas y con ello lograr que sean esclavizadas, hasta respetables voces de salubristas que sugieren que los tiempos para su investigación, elaboración, aprobación por las autoridades sanitarias y aplicación masiva, no han permitido identificar sus efectos secundarios. En la contienda sobre temas profundos de medicina, hay un cruce importante de opiniones bien argumentadas.
Creo personalmente que las organizaciones de investigación, las agencias de regulación sanitaria de los países más desarrollados y los estándares utilizados en las distintas fases, me dan la seguridad de que aplicarme la vacuna será la mejor decisión que pueda tomar. Esta decisión no solo va encaminada a cuidar mi salud, sino también a cuidar la salud de las personas con las que tengo contacto. Ahora no veo otra forma de salvar vidas y reflotar la economía en el menor tiempo posible.
Por este virus hemos sepultado a muchos seres cercanos, queridos, pero estos son tan solo una fracción menor de aquellas personas que hoy han perdido sus trabajos, regresado a la pobreza sin posibilidades de alimentación básica, cuidados sanitarios elementales, o no se están educando, y tienen poca esperanza de recuperar lo que han perdido en un tiempo corto. No veo otro camino para la recuperación.
El tema de la vacuna, al igual que la política, la religión y el fútbol, será materia de discusión, controversia y riña; pero la vacuna, así como esos temas, será voluntaria, y una decisión de cada persona, y de los padres respecto de sus hijos menores. Si alguien tiene otra idea mejor de cómo resolver el problema, bienvenida; pero hasta tanto, a la vacuna le doy la bienvenida.