Guayaquil invencible

"En los incidentes de octubre de 2019, Guayaquil no solo se plantó firme y no fue vejada, sino que ofreció su mano solidaria"
Hoy se cumple un año de aquel domingo 13 de octubre de 2019, cuando el Presidente de la República se presentaba a un diálogo televisado con un conjunto de personas que habían organizado protestas en Quito y otros lugares del país.
El desenlace lo sabemos todos, pero ciertas intimidades de los eventos, sus incitadores a provocar el caos, y quienes causaron destrucción a la propiedad pública y privada, aún no son completamente conocidos. Hubo ciertos hechos que la ciudadanía no conoce y que vale la pena que el tiempo los desvele.
Eran las 16:12, y como cada domingo estaba en mi oficina planificando mis actividades para la semana, cuando recibí una llamada de un teléfono cuyo número no se mostraba. La persona me pidió de manera comedida, pero firme, que me dirija al Fuerte Huancavilca a las 18:30, sin explicar las razones. Unos minutos después fui a mi casa y de manera serena le dije al mayor de mis hijos que iba a enviarle un mensaje telefónico cada 30 minutos; que si no llegara a recibir dos mensajes, llamara a un número. Se trataba de una alta autoridad que era de mi confianza.
Al llegar a la hora fijada a la unidad militar, me recibieron un grupo de militares de Logística y estaba también un amigo empresario con quien había trabajado en asistencia humanitaria en el terremoto de 2016. Lideraba el grupo una guayaquileña de grandes quilates, doña Mercedes Lozada Elizalde. Fue directamente al grano: había algunos miles de soldados en Quito defendiendo la democracia y controlando los desmanes, su abastecimiento de alimentos era precario y se debía actuar de inmediato.
Si no se actuaba rápido para proveerlos, el desenlace era impredecible. Inmediatamente definimos las necesidades de alimentos y otros requerimientos y empezamos a llamar a empresarios guayaquileños.
En tres horas logramos la disposición para proveer el equivalente de 30 mil raciones para los soldados y diseñar una reserva operativa que los haría subsistir en la noble tarea que cumplían para la sociedad. ¿No conocen Guayaquil? ¡Esto es Guayaquil; Guayaquil por Guayaquil, pero Guayaquil por la Patria!