Columnas

La carrera presidencial

La abierta sonrisa de Nebot abrazando a un también sonriente Paúl Carrasco, bajo la mirada complacida de Marcelino Chumpi, que apareció en primera plana de varios medios periodísticos, anticipa que será el binomio Viteri-Carrasco el que terciará en la próxima contienda electoral por la unidad opositora de centroderecha liderada por Nebot, que se mantuvo en su posición de no participar como candidato presidencial, escaldado probablemente por el recuerdo de sus derrotas anteriores. Por fortuna la madera socialcristiana solo prende en Guayaquil y se mantiene pese a los vicios y falencias de su “modelo exitoso” de administración alcaldicia, que hace agua por todos lados no bien la ciudad porteña ronda la periferia, donde la pobreza y casi total falta de servicios campean como revés vergonzante de la medalla. Pero esas sonrisas teatralmente triunfadoras de Nebot y sus adláteres, como para ratificar su convicción o esperanza de que esta vez la derecha retomará el poder presidencial, no asoma en los rostros de otros miembros de La Unidad, como Carlos Falquez B. y Ramiro González. De cualquier suerte, las cartas están echadas con la ratificación de Cynthia Viteri como precandidata del PSC- Madera de Guerrero, base de la alianza de partidos y movimientos opositores de derecha y centroderecha, y lo corrobora el hecho de que inmediatamente después de la reunión, partió Nebot a Tulcán, donde lo esperaba Cynthia Viteri para dar comienzo a la campaña. Recordemos que el banquero Guillermo Lasso lanzó su proyecto neoliberal el año pasado y que persiste en su empeño de ser presidente del Ecuador, no obstante su total falta de carisma político y simpatía, y que Lucio Gutiérrez clama por ser postulado por Sociedad Patriótica, pese a haber sido echado del poder. ¿Y la izquierda, existe? Un candidato de lujo por su conocimiento académico, honestidad, principios éticos, humanismo y experiencia política sería el Econ. Alberto Acosta, promovido por una alianza de partidos y movimientos de izquierda en vías de extinción y liderzuelos mediocres, cuando debió ser el líder que alterne con Rafael Correa en un proyecto de gobierno de Alianza PAIS de largo alcance. Pero la historia está plagada de errores, algunos irreversibles.