No es novedad que el Gobierno del encuentro, liderado por el presidente Guillermo Lasso, nació bajo amenaza de la mayoría opositora en la Asamblea Nacional de ser entorpecido en su modelo pragmático de ejecución. Es lamentable que en la política ecuatoriana siga primando el interés partidista por sobre las necesidades de la ciudadanía.

Al presidente Guillermo Lasso, ante el evidente boicot de la mayoría parlamentaria de izquierda, no le queda más que recurrir a la consulta popular para lograr la implementación de las medidas necesarias para procurar el desarrollo económico del país, atraer la inversión nacional y extranjera, disminuir el riesgo país ante los organismos internacionales y fortalecer la dolarización.

El presidente Lasso cuenta, en la actualidad, con un 75 % de aceptación, credibilidad y apoyo ciudadano, porcentaje logrado en gran parte por el éxito en la vacunación de 9 millones en los primeros cien días de su gobierno. Él requiere implementar leyes y medidas necesarias e impostergables para mejorar las condiciones económicas, de salud, de trabajo, de educación y oportunidades de emprendimiento para los 17 millones de ecuatorianos, y eso solo es posible de la mano del soberano y su apoyo mayoritario en una consulta popular.

Teniendo presente que el ecuatoriano es de memoria, emociones y pasiones de corto plazo y que el voto es, preeminentemente, emocional, la alternativa de recurrir al soberano es urgente, para aprovechar ese apoyo emocional dado por la coyuntura resultante de la combinación de factores y circunstancias reflejadas en ese 75 % del actual apoyo ciudadano.

Teniendo presente que gobernabilidad se refiere a la relación que se manifiesta cuando existe un estado de equilibrio en el ejercicio del poder político, derivado de la solución de demandas sociales y la capacidad de los gobiernos de atender estas de forma eficaz, estable y legítima, dada la coyuntura actual debemos concluir que para el presidente Guillermo Lasso la oportunidad de la consulta popular es el elemento principal para alcanzar la gobernabilidad.