Para Pierre Nora, “la memoria histórica designa el esfuerzo consciente de los grupos humanos por encontrar su pasado, sea este real o imaginario; valorándolo y tratándolo con especial respeto”.

George Santaya, filósofo español, en el primer volumen de su obra La vida de la razón, manifestaba: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo…”.

Noto con pena como la sociedad chilena, a puertas de redactar una nueva Constitución, se ha vuelto presa del canto de sirenas del socialismo, aquel que ofrece mucho y no logra nada, más allá de miseria y angustia para su pueblo.

Lástima que la nación, llamada por su éxito económico y social, a ser el primer país de Latinoamérica a pasar al grupo del primer mundo, hoy gracias a la ausencia de la memoria histórica de lo que fue Chile bajo el gobierno socialista de Salvador Allende, pretenda reivindicar y retornar a aquellas prácticas político-económicas.

En el gobierno de Salvador Allende el gasto social disparó el déficit de los recursos fiscales. Intentó solucionarlo mediante la emisión monetaria fiscal inorgánica, obteniendo como resultado una inflación galopante, agravada por agudos problemas de abastecimiento y acaparamiento, sumándose a ello el rechazo de gremios como el de médicos, comerciantes minoristas, camioneros y mineros.

En el frente interno, el Gobierno se vio entrampado por la división entre los sectores que querían acelerar y profundizar el proceso revolucionario, incrementándose la efervescencia social, el hambre como consecuencia de la migración de capitales a países con economías más seguras y con facilidades para el inversionista, desembocando todo ello en el descontento popular y en el golpe de Estado que lo derrocó.

En el Ecuador mucho se habla del fenómeno Macri argentino, cuando debemos prestar mayor atención al fenómeno chileno, donde el riesgo real está en la falta de memoria histórica por parte de la población, al estar embarcados en retomar el socialismo, haciendo carne la citada frase de George Santaya: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo…”.