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Modesto Apolo: Déjenlo volver y luego a devolver

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Ecuador necesita líderes reales, no caudillos de pacotilla. Necesita enfrentar realidades, no vivir de mitos

La historia democrática del Ecuador ha estado marcada por cacicazgos regionales. Partidos como el PSC, ID o PRE fueron refugios de caudillos locales que compartían poder a conveniencia. A lo largo del siglo XX, las dictaduras, verdaderas ‘dicta-blandas’, como la de Guillermo Rodríguez Lara (1972-76) o la del Triunvirato Militar (1976-79) conformado por Alfredo Poveda, (Armada), Guillermo Durán Arcentales (Ejército), y Luis Leoro Franco (Fuerza Aérea) continuaron y reforzaron con nuevos actores ese esquema.

La caída del Muro de Berlín (1989) marcó el declive del socialismo clásico. En 1990, el Foro de Sao Paulo, impulsado por Fidel Castro y Lula da Silva, surgió como respuesta ideológica. En América Latina, este nuevo eje se expandió con Hugo Chávez, que en 1999 llegó al poder en Venezuela, con una propuesta bolivariana de tinte autoritario.

Ecuador se sumó en 2006 con Rafael Correa y la Revolución Ciudadana. Durante su gobierno (2007-2017), se evidenció un aumento de casos de corrupción. La Contraloría General del Estado y sentencias judiciales firmes lo vinculan directamente, como en el caso Sobornos 2012-2016, donde fue condenado a ocho años de prisión por cohecho. Desde 2017 reside en Bélgica, evadiendo la justicia, pero conservando a cualquier precio protagonismo político.

El Departamento de Estado de EE.UU. alertó sobre los vínculos del narcotráfico con altos niveles de poder en Ecuador. En 2023, el país fue el segundo exportador de cocaína a Europa, según la ONU, confirmando el avance del narcoestado. Sin embargo, los asambleístas de RC5 siguen procurando blindar la impunidad.

Un eventual indulto presidencial a Correa, que no elimina la culpa, pero sí la pena, podría desvanecer su supuesto liderazgo: si no regresa, quedaría claro que no lucha por el pueblo, sino por impunidad y sus propios intereses; así como que su movimiento político, en realidad, es un cartel narcopolítico.

Ecuador necesita líderes reales, no caudillos de pacotilla. Necesita enfrentar realidades, no vivir de Mitos. Por lo dicho, primero, déjenlo volver, y después oblíguenlo a devolver.