Modesto Apolo | Contra la corrupción: decisión y valentía

Ecuador está en la encrucijada de seguir siendo rehén de políticos mafiosos o ser ejemplo regional de resistencia democrática
Ecuador ha sido víctima del deterioro en su seguridad interna; a más de las bandas del narcotráfico, la corrupción del sistema judicial.
Delincuentes capturados, son liberados por jueces y fiscales a las pocas horas, a pesar de tener antecedentes y múltiples detenciones Ej.: la liberación de quienes participaron en el secuestro y asesinato de una comerciante china, encontrada dentro de una cisterna; o la orden de la jueza Zoila Vélez, de destruir las evidencias en contra de alias Fito y su familia.
El país necesita ya una estrategia anticorrupción que incluya:
una Fiscalía y una Corte Anticorrupción autónomas y blindadas de presiones políticas; la extradición inmediata de jueces, fiscales y políticos vinculados con el narcotráfico.
Una legislación que impida la liberación automática o arbitraria de criminales peligrosos; sobre todo, requiere la presión social y participación activa. Para ello requerimos acciones en varios niveles: organización y movilización social, porque cuando los ciudadanos marchan, exigen con firmeza y continuidad, los poderes públicos se ven forzados a reaccionar. Requerimos movimientos ciudadanos no partidistas, capaces de denunciar a jueces, políticos y fiscales corruptos; exigir transparencia en las instituciones judiciales; monitorear el cumplimiento de las sentencias judiciales y visibilizar los casos de impunidad que afectan a las comunidades. Un pueblo sin acceso a la verdad es un pueblo indefenso.
Es imperativo que medios de comunicación, universidades, organizaciones sociales promuevan la divulgación sobre casos de corrupción judicial. Porque el conocimiento empodera y la ignorancia mantiene a las mafias en el poder.
Ecuador está en la encrucijada de seguir siendo rehén de políticos mafiosos o ser ejemplo regional de resistencia democrática. El camino no es sencillo, comienza por cada ciudadano que dice ¡basta! y actúa. Porque cuando el pueblo se informa, se organiza y se une, ni la corrupción más enquistada puede sobrevivir. Habrá amenazas, resistencia y traiciones. Lo que se necesita es decisión, lo que se exige es valentía.