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Derechos humanos y democracia

Avatar del Medardo Mora

Los derechos humanos, que son fundamentales en una democracia, están ampliamente garantizados en nuestra Constitución

Para quienes creemos que la democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno de un país, es alentador haber escuchado al presidente Boric de Chile, en la reunión de presidentes sudamericanos realizada el 16 de mayo último, quien después de las palabras de bienvenida del anfitrión, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, que afirmó: “lo que existe en Venezuela no es falta de democracia sino una narrativa”, fue frontalmente refutado por el mandatario chileno, señalando que el hecho real es que existe una constante violación de los derechos humanos que no se la debe esconder bajo la alfombra, lo cual fue apoyado por el presidente uruguayo, agregando que no se puede tapar el sol con un dedo.

La reacción del presidente Maduro de Venezuela al sentirse atrapado por la contundente verdad de lo que sucede en su país, se limitó a decir que será juzgado por la historia, lo cual también es verdad. La historia los condenará a él y a su mentor-tutor, el fallecido Hugo Chávez, como los responsables directos de la mayor diáspora migratoria que conoce América Latina, cuando más de siete millones de venezolanos han debido salir del país buscando supervivir, en situaciones muy incómodas, expuestos a desaires y todo tipo de carencias en países extraños.

Los derechos humanos, que son fundamentales en una democracia, están ampliamente garantizados en nuestra Constitución, incluyendo el respaldo de instrumentos internacionales sobre ellos; se los dota de revisión judicial por acciones u omisiones procesales, se incorporan acciones de protección e incluso una extraordinaria ante la Corte Constitucional, concebida como entidad dirimente en la interpretación de las normas constitucionales, avances que responden al aporte hecho por una Comisión de juristas de las Universidades conformada por el Consejo de Educación Superior que presidió el Dr. Gustavo Vega, comisión a la que también pertenece el haber propuesto la posibilidad de que sea viable convocar una Asamblea Constituyente, evitando que se rompa el orden constituido, que ha sido uno de los grandes males de la inestable vida republicana del Ecuador.