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Medardo Mora: La democracia y sus reglas

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Una democracia no es solamente elecciones, es uno de los medios de participación ciudadana en que deben observarse reglas

El mundo está dividido entre quienes quieren vivir en libertad y quienes viven en regímenes autoritarios en los que solo tienen garantías los partidarios del partido gobernante (casos Rusia, China, Irán, Nicaragua, etc.). Ecuador vive ese dilema y defender su democracia demanda la más amplia participación ciudadana en la identificación y atención de aspiraciones o necesidades sociales.

Abraham Lincoln la definió como el gobierno del pueblo y para el pueblo.

Una democracia no es solamente elecciones, es uno de los medios de participación ciudadana en que deben observarse reglas que podrían resumirse en un decálogo: 1.- tolerancia, respeto a la opinión de otros, sin celos ni egoísmo alguno, como lo señalaba Hegel; 2.- desconcentración del poder y descentralización administrativa, para construir un desarrollo armónico y equitativo en todo el territorio nacional; 3.- libertad de expresión, cultos, educativa, y garantizar a los medios de comunicación independencia para informar lo que acontece en un país; 4.- justicia recta, aplicando la ley sin temor ni favor en conflictos interpersonales o entre personas e instituciones; 5.- división de poderes mediante un mutuo control que impida abusos o arbitrariedades de alguno de ellos; 6.- transparencia: los gobernantes o funcionarios del Estado deben comunicar lo que piensan o hacen con sinceridad, frontalidad, sin mentiras o promociones interesadas; 7.- Respeto a los derechos humanos, sin represiones injustificadas o utilizándolos en perjuicio de los demás; 8.- honestidad, priorizar lo racional a partir del conocimiento de la realidad y comprensión de sus problemas; 9.- anteponer siempre lo institucional y el interés general al interés particular o de grupos; 10.- liderazgo, que guíe y oriente, que sea auténtico, firme en sus principios, con capacidad de convocatoria por su formación de estadista y sus antecedentes de servicio a la sociedad, lo cual generará confianza en los distintos sectores y actores de la sociedad, posibilitando la gobernabilidad y acuerdos de beneficio común.

No observar las reglas democráticas la destruye o deteriora.