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Martín Pallares: ¿Palacios es solo terrorista psicológica?

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Se trata de un foro que no va a descubrir nada en la trama del asesinato porque no tiene ni las herramientas ni los recursos humanos o tecnológicos

Los desequilibrios emocionales u hormonales que le asaltan a la asambleísta Mónica Palacios han hecho de ella una estrella excepcional de la política lumpenizada. Por eso, cada que aparece con alguno de sus perturbadores desaguisados se convierte en el foco de la atención. Ocurrió el miércoles pasado cuando lanzó la perversa acusación a la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, de estar protegiendo a las mafias involucradas en la muerte de Fernando Villavicencio.

Pero el perturbador y perturbado gesto de Palacios durante la sesión de la comisión ocasional que dizque investiga el asesinato de Villavicencio es apenas una anécdota de lo que ocurrió ese día. Una anécdota tan llamativa que ha hecho que no se vea lo que realmente está pasando. En realidad, Palacios estaba siguiendo a la perfección el guion con el que el correísmo llegó a la sesión y que, básicamente, es convertir a esa infeliz comisión en lo que quieren que sea: una plataforma para lavar la cara al correísmo por lo enlodado que está en el crimen y para sacarle provecho político a esa tragedia. Palacios y su compañera de bancada, Mónica Salazar, junto a una asambleísta de Pachakutik fueron a la sesión con la misión de posicionar la tesis de que en ese asesinato está involucrada la Policía y así borrar cualquier suspicacia sobre la participación del correísmo, que históricamente ha sido el mayor enemigo y generador de amenazas en contra de Villavicencio. No solo eso, si se observa lo que pasó en la sesión donde Palacios ejerció su terrorismo psicológico, es evidente que ese organismo sirvió para que el movimiento de Palacios insista en la idea de que el único perjudicado con el asesinato fue el correísmo. Según su perverso razonamiento perdieron las elecciones exclusivamente por ese motivo. Lo dijo abiertamente Mónica Salazar.

La pirotecnia psicótica de Palacios no debe impedir ver lo que realmente está tras el trabajo de la comisión. Se trata de un foro que no va a descubrir nada en la trama del asesinato porque no tiene ni las herramientas ni los recursos humanos o tecnológicos para hacerlo: únicamente se dedicará a ser caja de resonancia para los intereses políticos y mafiosos de los grupos involucradas. Que circule información altamente confidencial en las manos de las socias políticas de Ronny Aleaga es, sobre todo, peligroso y terriblemente inmoral.