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Martin Pallares | No habrá salvoconducto para Glas, ¿verdad?

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...hubo una convocatoria a la representante diplomática de México para darle información sobre el caso

Más vale tarde que nunca y hay que festejarlo: la Cancillería ecuatoriana informó el viernes mediante un comunicado que entregó al Gobierno de México toda la información que tiene el sistema legal del país sobre Jorge Glas, para que la considere a la hora de tomar una decisión sobre el asilo político que ha pedido. Además, le dijo que deploraría la concesión del asilo. Quizá el comunicado habría sido más contundente si hubiese dicho explícitamente que no habrá salvoconducto, citando el precedente de María de los Ángeles Duarte. La Cancillería se quita méritos en el comunicado del viernes, lo cual es una pena. Y resulta que en comunicado anterior, que aparentemente nunca se publicó, la Cancillería hablaba de una “convocatoria” que se le hizo a la embajadora Raquel Serur el 18 de diciembre respecto a dos notas verbales relativas a la presencia de Glas en la embajada. En el comunicado dice la Cancillería ecuatoriana que para el “Gobierno ecuatoriano resulta jurídicamente evidente que no sería lícita la concesión del asilo diplomático”, de acuerdo con la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954. Es decir que, en efecto, hubo una convocatoria a la representante diplomática de México para darle información sobre el caso. La noticia disipa algunas dudas sembradas en la opinión pública por la conducta del Gobierno ecuatoriano frente al tema. Por ejemplo, ha sido sospechoso que la canciller Gabriela Sommerfeld no haya tenido una presencia más activa en medios protestando por la insultante decisión de la embajada mexicana de aceptar a Glas como huésped, ya que el sistema de derecho interamericano dice claramente que es ilícito conceder el asilo a una persona que esté inculpada o procesada en los tribunales, como es el caso de Glas, que es un fugitivo. O cuando la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, hizo un pronunciamiento proclamando una obviedad: que la decisión de asilo es potestad soberana del gobierno mexicano, sin advertir la ilicitud de la eventual decisión y sin advertir que no habrá salvoconducto en caso de que se le conceda el asilo. Ahora, al menos, ya se sabe que se convocó a la embajadora para darle información y comunicarle el disgusto que sería para el Ecuador que se conceda el asilo. Hay esperanza, aún, de que el Gobierno ecuatoriano no le extienda el salvoconducto a Glas. Extendérselo sería consentir que el gobierno mexicano se pase por el forro la soberanía de las autoridades judiciales del país, entre esas la de la fiscal Diana Salazar. El comunicado aumenta la esperanza de que no habrá salvoconducto. ¿Pero, por qué no lo dice públicamente?