Protesta

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'Exigimos sensatez en las autoridades'.

Jamás imaginé escuchar algo tan absurdo, carente de sustento y casi criminal como lo emitido por la ministra de Gobierno, autorizando la suspensión de la cuarentena y permitiendo una salida con distanciamiento el 4 de mayo. Para ella no existe ni la realidad epidemiológica del país, ni la historia y si alguna vez la aprobó, ya debe habérsele olvidado casi todo, pues desconoce hechos de importancia crucial relatados en ella.

Durante la gripe española, en 1918 se implantó la cuarentena en Estados Unidos, pero en Filadelfia, Pennsylvania, por la presión se la levantó prematuramente y las personas se lanzaron a manifestar en contra de las medidas de permanecer en casa. A las 72 horas, todas la camas de los 31 hospitales de la ciudad estaban copadas de pacientes y 4.500 personas murieron en 4 días. Quienes no aprenden del pasado están condenados a repetirlo.

Un científico israelí aseguró que la propagación del coronavirus disminuye a casi 0 después de 70 días y la epidemiología establece que en una pandemia debe haber cuando menos una población de 70 % de infectados, en atención a lo cual es mandatorio realizar pruebas para poder hacer proyecciones que no pueden sustentarse a base de datos de mortalidad.

El ministro de Salud en Ballenita manifestó que debía mantenerse el aislamiento y el distanciamiento social y la ministra de Gobierno dispone lo contrario. ¿Quién está al mando de la salud?

Si bien en Guayaquil se nota un cierto grado de desaceleración de la pandemia, esa salida pondrá en contacto una población tan variada que favorecerá sin duda la contagiosidad. ¿Acaso desconoce ella la situación crítica de la península de Santa Elena con tan elevada mortalidad, que está a 90 minutos de Guayaquil? En estas circunstancias se requiere intensificar la aplicación amplia de las pruebas respectivas que serán el indicativo diagnóstico de cómo se comporta la pandemia.

Existe una grave crisis económica y social, mas debemos aceptar que la pandemia está que hierve, siendo el aislamiento la única medida que puede salvarnos del desastre.

Exigimos sensatez en las autoridades.

Y sigo andando…