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Luz roja (I)

Avatar del Luis Sarrazín

"El hacer una vacuna requiere de un proceso que de ninguna manera es una carrera contra reloj"

Siento como adulto y hombre con canas una gran angustia al pensar que todo lo que está pasando es parte de una conspiración de las grandes potencias mundiales, cuyo propósito es el de reducir la población del globo para aligerar a la tierra, sobrecargada ya de habitantes.

Son claras las declaraciones geronticidas de Shinzo Abe, cuando dice que los problemas presupuestarios de los países no se resolverán a menos que los ancianos se den prisa en morir. Kissinger expresa que mucha gente va a morir en el “nuevo orden mundial”. Y Christine Lagarde comenta que los ancianos viven demasiado, lo cual es un riesgo para la economía mundial.

Recibí en mi correo una comunicación de Lee Shu, en la que me contaba que científicos chinos habían trabajado con el coronavirus en su hábitat tradicional -el murciélago-, animal pequeño y de sangre fría, y que a presidiarios se los habían inoculado para ver su comportamiento, observando que en un ser de gran envergadura, con una multiplicidad de órganos y tejidos, se había desbocado, y que por arterias y venas había viajado a lo largo de toda la economía humana, distribuyéndose a todo nivel gracias a la estructura diversificada de nuestro sistema circulatorio. Este correo desapareció casi de inmediato impidiéndome reenviarlo o copiarlo. ¿Existirá espionaje cibernético?

El agobio de esta pandemia, hace que una gran mayoría piense que la vacuna será la panacea del siglo y que una vez aplicada, nunca más mascarillas, visores, gorros, trajes de protección, lavado de manos, distanciamientos, etc. Y que podremos vivir nuevamente con el furor y liberalidad de antaño, haciendo lo que nos venga en gana.

La velocidad de fabricación de las diferentes vacunas contra COVID-19 tiene dimensiones ultraterrestres, ya que están a punto de comercializarla luego de apenas 10 meses.

La vacuna para la parotiditis -paperas- tomó 4 años para comercializarse y las de la tuberculosis, rotavirus y varicela demoraron 13, 15 y 18 años respectivamente. El hacer una vacuna requiere de un proceso que de ninguna manera es una carrera contra reloj.

Y sigo andando…